Hace casi dos décadas se produjo un incremento espectacular en el número de adopciones en el continente africano, especialmente en Etiopía por diversos factores...
Cuando me propusieron que participara en el mes de la maternidad con Afrodiccionario primero pensé que estaban locas, después que sería un texto muy muy corto: si eres blanca no adoptes niños racializados: es racista, punto y por último me entró un profundo sentimiento de estar ocupando un espacio, de nuevo, como persona blanca que no era el mío y al hilo de esto reflexioné sobre cuántas veces ocurría esto dentro de la adopción.
Se que suena bien cínico que una madre blanca de dos hijos negros y que ha sido familia de acogida 4 años de otra menor diga esto pero mi perspectiva en los últimos 20 años ha cambiado, y mucho
Hace casi dos décadas se produjo un incremento espectacular en el número de adopciones en el continente africano, especialmente en Etiopía por diversos factores de los que tengo una opinión formada pero no suficientes conocimientos documentales para refrendarla.
El discurso sobre los adoptados ha estado siempre en boca de los adoptantes. Tanto las formaciones que te habilitan para adoptar (esto no ha cambiado en las dos últimas décadas) como el punto de vista son exclusivamente de adultos blancos, a lo sumo se muestran vivencias experienciales de los adoptados pero no hay una reflexión profunda en la que no intervengamos.
Por poner un ejemplo nuestra visión la adopción y especialmente sobre la adopción transrracial no ha variado mucho desde los tiempos de “Hijos del corazón” un programa pseudo documental de TVE que trataba de exponer el proceso de adopción y acogimiento y que años después sólo puedo tildar de propaganda (y me lo vi decenas de veces).
Han pasado casi 20 años y esos bebés son ahora personas que reflexionan acerca de la identidad, de la identidad dual, del origen, la extranjerización, el racismo, el racismo dentro de las familias transrraciales, su proceso migratorio (sí migratorio), su diáspora, lo que supone vivir en un entorno blanco sin referencias comunitarias, étnicas o culturales, y cómo nuestro abordaje de la adopción, les ha condicionado y traumado.
Llegados a este punto resulta que creíamos que el racismo estaba fuera de casa y en realidad todo empezaba dentro, nuestra casa no era un hogar seguro para ellos, perpetuaba y enraizaba los prejuicios interiorizados que después se vivían fuera, pero todo empezaba aquí.
20 años después cuando gracias a las redes, los adoptados hablan y coinciden en un abrazo comunitario donde deja de ser un sentimiento aislado y donde a la postre nos ofrecen pedagogía gratis, lo que reciben es racismo, infantilización, invisibilización de su experiencia que no es personal sino estructural y se les reclama una deuda de
agradecimiento y pleitesía perpetua con sus familias adoptivas, su “nuevo” país que no les reconoce y la sociedad.
20 años después cuando ellos ya tienen voz y hablan les silenciamos, de nuevo las personas blancas decidimos qué es legítimo o no decir, vivir o sentir… lo horrible es que muchas son familias adoptantes.
Fuentes que os recomiendo:
Autora: PAOLA V.RGUEZ. BERNARDI 09/08/2023